Según el World Economic Forum y su último estudio global de género realizado en el año 2016 se encuentra que Finlandia sigue obteniendo uno de los primeros puestos en el ranking de países con menor brecha de género.
En este contexto, surgen preguntas como: qué es lo que estos países están haciendo bien y cómo el Ecuador podría reducir su brecha de género para fomentar el empoderamiento femenino.
Definitivamente, las leyes y las políticas públicas de los diferentes países cumplen un papel importante dentro del liderazgo femenino. Acciones efectivas en los permisos de paternidad, leyes de no discriminación y de remuneración igualitaria son algunos ejemplos de factores que han cerrado la brecha de discriminación económica en estos países. Sin embargo, uno de los ingredientes más importantes es la educación.
Según el Programa Internacional de Evaluaciones Estudiantiles, PISA en sus siglas en inglés, Finlandia es el país con mayor desempeño académico y además presenta un sistema educativo caracterizado por proporcionar igualdad de oportunidades para todos.
Finlandia no ha seguido los principios de las reformas educativas mundiales. No existen pruebas estandarizadas ni inspecciones a las escuelas, al contrario, la política educativa finlandesa valora más la calidad que el control y la competencia (Banco Mundial, 2017).
Algunos de los factores para crear escuelas inclusivas son la incorporación de políticas de discriminación positiva en favor de los estudiantes con necesidades especiales y que el sistema educativo no es selectivo, los alumnos de todos las condiciones sociales y de género aprenden juntos. Además, los maestros finlandeses enseñan de diferentes maneras para responder a las necesidades de aprendizaje de cada alumno y los profesores reciben el apoyo constante de otros especialistas como maestros de educación especial, psicólogos y el equipo directivo de la escuela para no cometer actos discriminatorios.
Todas estas medidas en la educación de los pequeños tienen un gran impacto en la humanidad. Un impacto que se ve reflejado en una sociedad más igualitaria y más sana, en la cada individuo se desarrolla con mayores oportunidades y menos barreras.
Por: Nathaly Valencia
Fecha: 19/09/17
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