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El desafío de la igualdad

Por: Valeria Arcos Hervas Socióloga

Docente universitaria

Hasta inicios del 2021, según la Cámara de Industrias y Producción, solamente 2 de cada 10 mujeres contaban con un empleo adecuado, indudablemente esa situación fue agravada por el contexto pandémico derivado del COVID-19, evidenciando que la brecha de género en lugar de disminuir, ha aumentado, contrario a lo que reza el Objetivo 5 de Desarrollo Sostenible de lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.

Entre otros factores, esto se debe a que gran parte de las labores de cuidado, que además no son remuneradas, han recaído principalmente en mujeres e incluso, la condición de confinamiento ha elevado exponencialmente los índices de violencia basada en género, principalmente respecto de la violencia psicológica y patrimonial.

Para ello, ONU mujeres ha priorizado cinco acciones:

  1. Mitigar y reducir la violencia de género, incluida la violencia doméstica.
  2. Promover que la protección social y los paquetes de estímulo económico sirvan a las mujeres y las niñas.
  3. Fomentar que las personas apoyen y practiquen el reparto equitativo del trabajo de
  4. Promover que las mujeres y las niñas lideren y participen en la planificación y la toma de decisiones de la respuesta a la COVID-19.
  5. Garantizar que los datos y mecanismos de coordinación incluyan la perspectiva de género.

Sin embargo en Ecuador, pese a que desde distintos colectivos sociales y espacios liderados por mujeres, se ha hecho el llamado a una cruzada para incidir en la toma de decisiones de la política pública a fin de promover una real equidad de género, se siguen encontrando importantes desafíos como son por un lado, la brecha tecnológica en cuanto a la sociedad de información y comunicaciones, lo que ha implicado que el empoderamiento femenino y su inserción en la dinámica laboral y productiva se haya visto limitada. Por otro, la capacidad de responder con una normativa que incorpore las reformas necesarias y suficientes para que las mujeres, especialmente en las zonas rurales, tengan acceso a la oportuna salud sexual y reproductiva y a la propiedad y al control de la tierra.

A más de lo antedicho, hay un grupo de atención prioritaria en el Ecuador, que son las mujeres que forman parte de los pueblos y nacionalidades indígenas y que, de manera similar a lo que ocurre en Latinoamérica, según datos del Latinobarómetro, sufren discriminación, la cual indudablemente repercute en su desarrollo personal.

En el 2022 son 165 años desde que se originó aquella gran revolución liderada por mujeres y que fue conmemorada en el seno de las Naciones Unidas desde 1975, para oficializarse en 1977 como el Día de la Mujer. No obstante, aún no se han alcanzado las tan válidas aspiraciones, es por ello que seguimos liderando revoluciones, desde nuestros espacios y con los recursos que tenemos, para evitar replicar aquellas dinámicas históricamente excluyentes.

Desde Mujeres por Ecuador conminamos a hombres y mujeres, a dar el salto que la sociedad necesita de manera urgente y a sumar contingentes para fomentar una sociedad incluyente, inclusiva y equitativa.

 

https://blogs.iadb.org/igualdad/es/contrarrestar-la-discriminacion-de-pueblos-indigenas/